Hace dos años, surgió la idea de crear un huerto con el objetivo de motivar de alguna manera a algunos niñ@s que no les gustaba la hora del patio. De esta manera todos los alumn@s que quisieran, se iban enganchando a este bonito proyecto. El curso pasado, ya conseguimos recolectar un montón de frutos que se repartieron entre los niñ@s que colaboraron.
El huerto escolar ecológico es una herramienta muy útil para hacer llegar a los más pequeños los valores del respeto por el medio ambiente, la producción sostenible de hortalizas así como una alimentación sana.
Después de lo gratificante y educativo que resultó el proyecto del año pasado, hemos empezado a trabajar con bastantes más voluntari@s, con lo que nos ha llevado a cambiar el objetivo que nos planteamos en un principio. Esta temporada trataremos de "Trabajar en grupo y reparto de responsabilidades", en lo relativo al medio ambiente y ecológico. La temporalización será a la hora del patio y podrán participar todos los alumn@s que lo deseen. Lo único que es necesario son ganas de trabajar en grupo, convivir, aprender, y traer un calzado de repuesto de casa. A medida que vayamos haciendo cosas, un par de alumn@s serán los encargados de ir subiendo todo el trabajo desarrollado en el huerto a este blog. Esperamos que os guste y lo sigáis:
Este año, lo primero que hemos hecho, ha sido construir un invernadero, que nos servirá para hacer los semilleros que en un futuro trasladaremos al huerto, y para plantar algunos plantones que en esta época en el exterior no se podrían desarrollar. Los niñ@s lo hemos construido sin problemas.
Aquí tenéis el resultado. La colaboración de todos fue muy importante,porque si no, no se hubiera podido llevar a cabo.
Una vez construido el invernadero, es hora de ir preparando el terreno para hacer la primera plantación del año que serán de ajos. En este clima continental, se plantan en noviembre o mediados de febrero. Se hacen los caballones para tener todo preparado para su plantación.
Una vez listo, colocamos los dientes de ajo a una distancia de unos 15 cm, y luego, con los introducimos a una profundidad de un 2 cm. No hará falta regar mucho, porque no necesitan mucha agua. También hemos plantado un laurel que nos trajo el profe. A ver si es posible que agarre.
Hemos comprado una especie de ladrillos, que colocamos en el invernadero y que nos van a hacer la función de maceteros. Ahora sólo falta rellenarlo con tierra. Para eso, organizamos una cadena en la que mientras, unos rellenaban cubos, otros los introducían en e invernadero. Una vez llenos los maceteros, habrá que abonarlos y empezar a sembrar. Eso lo explicaremos en la siguiente entrada a este blog.
